El claxon, también conocido como bocina, es uno de los elementos más simples pero fundamentales del equipamiento de seguridad en cualquier vehículo. Su función principal es advertir a otros usuarios de la vía sobre una situación de peligro o de presencia, y por ello su correcto funcionamiento es un aspecto que se revisa durante la inspección técnica de vehículos. Aunque pueda parecer un detalle menor, no contar con un claxon en buen estado puede hacer que la ITV sea desfavorable. En este artículo abordamos la normativa ITV relacionada con el claxon, su importancia, los fallos más comunes y cómo prepararte para superar esta parte de la inspección con éxito.
¿Por qué es obligatorio el claxon?
El claxon es un dispositivo acústico de advertencia. Está contemplado como un elemento de seguridad activa, es decir, uno que puede ayudar a prevenir accidentes. Según el Reglamento General de Vehículos, todos los vehículos deben estar equipados con un dispositivo sonoro que funcione correctamente y cuya emisión no cause molestias innecesarias.
De hecho, su uso está regulado: solo debe utilizarse para evitar accidentes, advertir maniobras que puedan resultar peligrosas o fuera de zonas urbanas para avisar de un adelantamiento. En ningún caso debe usarse para expresar enfado, impaciencia o en situaciones que no lo justifiquen.
Normativa vigente sobre el claxon
La normativa que regula la ITV en España está recogida principalmente en el Real Decreto 920/2017, de 23 de octubre, por el que se regula la inspección técnica de vehículos. En dicho decreto se establece que los dispositivos de advertencia acústica deben revisarse durante la inspección periódica y cumplir con las condiciones técnicas previstas por el fabricante.
Además, el Manual de Procedimiento de Inspección de las Estaciones ITV, un documento técnico publicado por el ministerio competente, detalla cómo debe llevarse a cabo la comprobación del claxon. Este manual especifica qué tipos de defectos pueden considerarse leves, graves o muy graves.
¿Qué se revisa exactamente en la ITV?
Durante la inspección técnica, el personal de la estación realizará una comprobación directa del funcionamiento del claxon. El procedimiento habitual es sencillo pero riguroso. El inspector activará el claxon desde el puesto del conductor y verificará lo siguiente:
Que emite un sonido suficientemente audible.
Que se acciona correctamente desde su mando original.
Que no presenta modificaciones no homologadas.
Que no emite sonidos musicales, múltiples tonos o efectos que puedan estar prohibidos.
Si el claxon no funciona, si suena de forma intermitente o defectuosa, o si ha sido sustituido por uno no permitido, el vehículo no pasará la inspección favorablemente.
Tipos de defectos relacionados con el claxon
El Manual de Procedimiento de Inspección clasifica los defectos en función de su gravedad. Estos son los principales:
Defecto leve
El sonido del claxon es algo débil, pero sigue siendo perceptible.
El pulsador tiene una pequeña holgura o está un poco desgastado, aunque sigue funcionando.
Un defecto leve no impide superar la inspección, pero se registra en el informe. Es recomendable corregirlo cuanto antes.
Defecto grave
El claxon no funciona.
Emite un sonido extremadamente bajo o intermitente.
No puede activarse desde el volante o mando original.
Se han instalado dispositivos no autorizados que modifican el sonido.
Un defecto grave implica que la ITV será desfavorable. El propietario deberá subsanar el problema y volver a pasar la inspección.
Defecto muy grave
El claxon funciona de manera incontrolada.
Se activa sin intervención del conductor.
Emite ruidos que pueden causar confusión o poner en peligro a otros usuarios de la vía.
En estos casos, el vehículo no puede circular hasta que se repare el defecto. La ITV será negativa y solo podrá volver a circular una vez subsanado el fallo.
¿Se puede modificar el claxon?
Una de las dudas más frecuentes es si se puede cambiar el claxon por otro más potente o con sonidos personalizados. La respuesta, en la mayoría de los casos, es no.
El claxon debe estar homologado, y su sonido debe cumplir con los niveles acústicos permitidos por la normativa europea. No está permitido instalar claxones musicales, múltiples tonos, sirenas ni ningún otro tipo de sonido que pueda confundirse con vehículos prioritarios (ambulancias, policía, bomberos).
Además, cualquier modificación del sistema de advertencia acústica requiere pasar una inspección extraordinaria para legalizar la reforma. En caso contrario, será motivo de rechazo en la ITV.
Cómo asegurarte de que tu claxon pasa la ITV
A continuación, te dejamos algunos consejos prácticos para que el claxon de tu vehículo no te dé sorpresas desagradables en la ITV:
Haz una prueba previa. Asegúrate de que al pulsar el botón correspondiente, el claxon emite un sonido claro y constante. Si suena débil o entrecortado, es mejor revisarlo.
Comprueba el botón. El mando del claxon suele estar en el volante. Si está muy duro, no responde bien o está deteriorado, puede ser necesario sustituirlo.
Evita modificaciones. No sustituyas el claxon original por modelos no homologados. Además de ser motivo de ITV desfavorable, puedes ser sancionado por las autoridades de tráfico.
Revisa fusibles y relés. A veces, el problema no está en el claxon en sí, sino en componentes eléctricos que han fallado. Un taller puede ayudarte a revisar estos puntos.
Atiende a los sonidos raros. Si el claxon emite un zumbido extraño o suena de manera irregular, puede que esté empezando a fallar. Mejor prevenir que tener que repetir la ITV.
¿Qué pasa si no pasas la ITV por culpa del claxon?
En caso de que el único defecto sea el claxon, y este se clasifique como grave, se te concederá un plazo máximo de dos meses para repararlo y volver a presentarte a la inspección. Durante ese tiempo, puedes circular solo para ir al taller y regresar a la estación ITV.
Si no reparas el defecto en ese plazo, o circulas con una ITV desfavorable, te arriesgas a una multa económica y posibles problemas con el seguro si tienes un accidente.
Además, es importante tener en cuenta que si durante ese tiempo otros elementos del vehículo fallan, podrían sumarse a la lista de defectos y dificultar aún más la superación de la inspección.
¿Dónde pasar la ITV y cómo pedir cita?
Si resides en la zona de la Vega Baja o alrededores, puedes pedir cita ITV de Orihuela, donde encontrarás un servicio profesional, cercano y adaptado a todo tipo de vehículos.
Contar con una estación que conoce bien la normativa y se toma el tiempo de explicarte los posibles defectos puede marcar la diferencia. Además, pedir cita previa te ahorra esperas y te permite preparar con tranquilidad tu vehículo.
El claxon en vehículos especiales
No todos los vehículos están obligados a tener el mismo tipo de claxon. Por ejemplo:
Motocicletas: deben tener un claxon, pero no tan potente como el de un coche. Aun así, debe ser audible y estar homologado.
Vehículos agrícolas: pueden tener sistemas acústicos distintos, pero igualmente deben funcionar.
Vehículos históricos: si están matriculados como tales, pueden conservar su claxon original, incluso si suena de forma distinta. Eso sí, debe estar en buen estado y no generar confusión.
En todos los casos, el inspector valorará si el dispositivo cumple con lo establecido para ese tipo específico de vehículo.
Conclusión: pequeño, pero imprescindible
El claxon es uno de esos elementos que muchas veces pasan desapercibidos hasta que dejan de funcionar. Sin embargo, su importancia es evidente tanto en la normativa como en la seguridad vial. Un claxon que no funciona puede suponer un riesgo en carretera y ser la causa de una ITV desfavorable.
Revisarlo con regularidad, no modificarlo de forma ilegal y acudir con todo en regla a la inspección son las claves para evitar contratiempos.
Si necesitas pasar la revisión próximamente, no lo dejes para el último momento. Solicita tu cita ITV de Orihuela y asegúrate de que tu vehículo cumple con todos los requisitos, desde los más complejos hasta los más sencillos como este.