El escritor cubano Efraín Galindo Romero debuta con Reflexiones en tiempo real, una obra inclasificable que se mueve entre la novela, el diario, la crónica y el cuento breve. Publicado bajo el sello de Editorial Autografía, este libro es una experiencia literaria que mezcla memoria, música y migración en un viaje que es tan personal como universal.
Con una prosa que oscila entre la introspección poética y el golpe de realidad más crudo, el autor nos lleva a través de su crisis de los 40, su nueva vida en España como camarero y el peso de una Cuba que se sigue llevando en los huesos, aunque el pasaporte diga otra cosa. Cada relato es una instantánea de un momento, un pensamiento, una canción que le pone banda sonora a la nostalgia o al desconcierto de empezar de nuevo.
Un libro para leer en movimiento
Reflexiones en tiempo real es un libro hecho para el lector contemporáneo: fragmentado, ágil, con textos que pueden leerse entre estaciones de metro o en la pausa de un café. Su estructura arriesgada —donde cada relato lleva el título de una canción y una imagen evocadora— funciona como una playlist literaria, una colección de momentos que se encadenan sin necesidad de seguir un orden rígido.
Este enfoque innovador puede ser su mayor fortaleza y, al mismo tiempo, su único punto débil: aquellos lectores que buscan una estructura clásica pueden sentirse desconcertados. Pero esa es justamente la apuesta del libro: romper moldes y ofrecer una lectura que se adapte al ritmo de vida de hoy, donde cada minuto cuenta y la literatura debe competir con las pantallas y las notificaciones.
Una historia que incomoda y emociona
Este no es un libro complaciente. Reflexiones en tiempo real habla de la diáspora cubana, del sacrificio de empezar desde cero, de la hostelería en España como un universo de encuentros y desencuentros. También es un homenaje a la madre del autor, a la infancia perdida y a las ciudades que habitamos sin pertenecer del todo a ellas.
“Reflexiones en tiempo real” recuerda a “Rayuela” de Cortázar en su estructura libre y fragmentada, al “Diario de un ladrón” de Genet en su crudeza autobiográfica y a “Ébano”de Kapuściński en su mirada íntima sobre la migración. Como “El extranjero” de Camus, explora el desarraigo con una prosa concisa pero evocadora. Sin ser un diario, una novela o un libro de cuentos, dialoga con todos estos géneros, creando una experiencia literaria tan errante como su protagonista.
El resultado es un libro que se lee con la sensación de estar espiando el pensamiento de alguien en su momento más vulnerable y honesto. No pretende explicarlo todo, pero deja preguntas en el aire. Y, sobre todo, deja la certeza de que la literatura sigue siendo un espacio donde el desarraigo, el humor y la melancolía pueden convivir en la misma página,
Para cualquier consulta puedes contactar con el escritor desde este correo.
“La literatura siempre salva”
galindoefrain8@gmail.com
Pronto disponible bajo el sello de Editorial Autografía.