En la actualidad, cada vez más mujeres se interesan por conocer su reserva ovárica, una medida crucial para evaluar la fertilidad y planificar el futuro familiar. La reserva ovárica se refiere al número de óvulos que aún permanecen en los ovarios, y su evaluación puede ser una herramienta valiosa para aquellas que están considerando la maternidad, ya sea en el corto o en el largo plazo. Una de las pruebas más importantes para medir la reserva ovárica es la de la hormona antimulleriana (AMH). Hoy exploraremos en profundidad qué es la AMH, cómo se relaciona con la fertilidad y qué significan sus valores en diferentes etapas de la vida.
¿Qué es la reserva ovárica?
La reserva ovárica es un concepto clave en la salud reproductiva femenina que hace referencia a la cantidad y calidad de óvulos presentes en los ovarios de una mujer. Desde el nacimiento, las mujeres tienen un número finito de óvulos que disminuye con el tiempo. Este descenso se acelera a partir de los 30 años, y más significativamente después de los 35. La disminución de la reserva ovárica no solo implica una reducción en la cantidad de óvulos, sino que también afecta su calidad, lo que puede influir en la capacidad de concebir y en el riesgo de anomalías cromosómicas en el embrión.
La importancia de conocer la reserva ovárica
Entender la reserva ovárica es fundamental para las mujeres que están planeando tener hijos, ya que puede ayudar a tomar decisiones informadas sobre el momento adecuado para buscar un embarazo o considerar alternativas como la preservación de óvulos. Además, es una herramienta importante para aquellas que experimentan problemas de fertilidad y están considerando tratamientos como la fertilización in vitro (FIV). Conocer la reserva ovárica puede proporcionar una visión más clara de las opciones disponibles y las probabilidades de éxito en tratamientos de fertilidad.
¿Qué es la hormona antimulleriana (AMH)?
La hormona antimulleriana (AMH) es una proteína producida por las células de los folículos ováricos, que son las estructuras que rodean y protegen a los óvulos en desarrollo en los ovarios. La AMH se produce en las primeras etapas del desarrollo de los folículos, lo que significa que sus niveles en sangre reflejan el número de folículos en los ovarios y, por lo tanto, la reserva ovárica.
Una de las principales ventajas de la AMH como marcador de la reserva ovárica es que sus niveles son relativamente estables a lo largo del ciclo menstrual, lo que permite realizar la prueba en cualquier momento del mes. Esto contrasta con otros marcadores de reserva ovárica, como la hormona foliculoestimulante (FSH), que puede variar significativamente según la fase del ciclo.
Valores normales de la AMH según la edad
Los niveles de AMH varían naturalmente según la edad de la mujer. A medida que la reserva ovárica disminuye con el tiempo, también lo hacen los niveles de AMH. A continuación, se presentan los rangos de AMH que se consideran normales en diferentes grupos de edad:
- Menores de 30 años: 2,0 – 6,0 ng/ml
- De 30 a 34 años: 1,5 – 5,5 ng/ml
- De 35 a 39 años: 1,0 – 4,0 ng/ml
- De 40 a 44 años: 0,6 – 2,5 ng/ml
- Más de 45 años: < 1,0 ng/ml
Estos rangos son orientativos y deben ser interpretados por un profesional de la salud. Es importante destacar que un valor bajo de AMH no significa necesariamente infertilidad, pero sí puede indicar una reserva ovárica reducida, lo que podría influir en las opciones de tratamiento y en la planificación reproductiva.
Factores que afectan la reserva ovárica
Además de la edad, existen varios factores que pueden afectar la reserva ovárica y, por ende, los niveles de AMH. Algunos de estos factores incluyen:
1. Trastornos autoinmunes
Enfermedades autoinmunes como el síndrome del ovario poliquístico (SOP) y la endometriosis pueden tener un impacto significativo en la reserva ovárica. El SOP, por ejemplo, se caracteriza por la presencia de múltiples quistes en los ovarios y puede asociarse con niveles elevados de AMH debido a un mayor número de folículos antrales. Por otro lado, la endometriosis, que implica la presencia de tejido endometrial fuera del útero, puede dañar los ovarios y reducir la reserva ovárica.
2. Tratamientos médicos
Ciertos tratamientos médicos, como la quimioterapia y la radioterapia, pueden tener efectos adversos sobre la reserva ovárica. Estos tratamientos, utilizados para combatir el cáncer, pueden dañar los ovarios y reducir drásticamente el número de óvulos. Es por ello que muchas mujeres que enfrentan tratamientos oncológicos consideran la opción de preservar sus óvulos antes de comenzar la terapia.
3. Hábitos de vida
El tabaquismo es otro factor que puede afectar negativamente la reserva ovárica. Las toxinas presentes en los cigarrillos pueden acelerar la pérdida de óvulos y adelantar la menopausia. Dejar de fumar es una recomendación clave para aquellas mujeres que desean mantener su salud reproductiva.
4. Cirugías ováricas
Intervenciones quirúrgicas en los ovarios, como la miomectomía (extirpación de miomas) o la quistectomía (extirpación de quistes), pueden afectar la reserva ovárica. Aunque estas cirugías pueden ser necesarias para tratar ciertas condiciones, también pueden reducir la cantidad de tejido ovárico funcional, impactando la fertilidad.
¿Cómo se realiza la prueba de AMH?
La prueba de AMH es un análisis de sangre simple que se puede realizar en cualquier momento del ciclo menstrual. No requiere ayuno ni preparación especial. Una vez obtenida la muestra, los resultados suelen estar disponibles en pocos días.
El valor de AMH es interpretado por un ginecólogo o un especialista en fertilidad, quien considerará otros factores como la edad, el historial médico y los resultados de otras pruebas, como la ecografía de recuento de folículos antrales o los niveles de FSH, para ofrecer una evaluación completa de la reserva ovárica.
¿Qué significan los resultados de la AMH?
Un nivel alto de AMH generalmente indica una buena reserva ovárica, mientras que un nivel bajo puede sugerir una reserva disminuida. Sin embargo, es importante entender que la AMH es solo un indicador de la cantidad de óvulos, no de su calidad. La calidad de los óvulos disminuye naturalmente con la edad, independientemente de los niveles de AMH.
Para mujeres jóvenes con niveles bajos de AMH, es posible que aún haya tiempo para concebir, pero puede ser aconsejable no retrasar los planes de maternidad. En casos de niveles muy bajos, el especialista puede recomendar opciones como la preservación de óvulos o considerar tratamientos de fertilidad de manera temprana.
Por otro lado, niveles anormalmente altos de AMH, como en el caso del SOP, pueden requerir un enfoque de tratamiento diferente, especialmente si la paciente está buscando concebir. El manejo adecuado de esta condición es esencial para optimizar las posibilidades de embarazo.
La importancia de la consulta con un especialista
Aunque la prueba de AMH es una herramienta poderosa para evaluar la reserva ovárica, su interpretación debe ser realizada por un especialista en fertilidad o un ginecólogo. Estos profesionales pueden proporcionar una visión más completa y personalizada de la salud reproductiva de una mujer, considerando todos los factores relevantes.
Si estás interesada en conocer más sobre tu fertilidad y quieres realizar la prueba de AMH, te recomendamos que pidas una cita en Essentia Centre Mèdic. Nuestros expertos en salud reproductiva estarán encantados de ayudarte a entender tus resultados y a tomar las decisiones que mejor se adapten a tus necesidades y deseos futuros.
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